DOS Ues. AÚN NO ENTREGAN LISTAS DE ALUMNOS QUE CURSARÁN EL 2º SEMESTRE
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Trámite permite normalizar entrega de becas estatales.
M.F.B. Hoy termina el plazo extendido que le dio el Ministerio de Educación a las universidades para entregar las nóminas de alumnos que cursarán el segundo semestre académico. Según explica Juan José Ugarte, jefe de educación superior de la cartera, hasta ayer al mediodía, 23 de las 25 instituciones habían entregado sus reportes. De ellas, en 22 se había iniciado el semestre totalmente y sólo en una -la U. Arturo Prat- había dos carreras que seguían paralizadas.
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En tanto, se esperaba que hoy llegaran los antecedentes de la U. de Concepción y la U. de Playa Ancha. Esta información, oficialmente reportada por los rectores de los planteles, permite al ministerio normalizar el pago de beneficios estudiantiles.
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En tanto, se esperaba que hoy llegaran los antecedentes de la U. de Concepción y la U. de Playa Ancha. Esta información, oficialmente reportada por los rectores de los planteles, permite al ministerio normalizar el pago de beneficios estudiantiles.
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La oposición ha presentado un documento valioso que permite focalizar el debate presupuestario y abrir espacios para producir un acuerdo. Pero también hay muchas omisiones. Así, en muchos casos se extraña una mayor precisión, como, por ejemplo, en lo que se refiere a fortalecimiento de la educación técnico-profesional o modernización de la institucionalidad preescolar. Es una señal de que es un listado de propuestas insuficientemente pensado y sin prioridades adecuadas.
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Sin embargo, lo que más llama la atención es que queda abierta en demasía la puerta para continuar la discriminación que afecta en la actualidad a estudiantes de igual nivel socioeconómico, pero que asisten a distintas instituciones de educación superior. Postular que las becas y créditos se reservarán inicialmente sólo a un conjunto seleccionado de instituciones a la espera de verificar que las demás cumplan con una serie de exigencias que se acordarán más adelante es discriminatorio.
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Los requisitos deben ser parejos para todas las instituciones y estar asociados a desempeños apropiados que deben ser exigidos sin distinciones. No pueden ser distintos según la naturaleza de las instituciones, porque ello no ayuda a la calidad. Parece razonable que las exigencias sean particularmente elevadas, pero para todas las instituciones, sin distinción.
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La oposición quiere extender ese trato discriminatorio también a la educación escolar, creando aportes basales para la educación pública. Además, quiere limitar la libertad de enseñanza impidiendo lo que denomina "expansión irracional" de nuevos establecimientos particulares subvencionados. Parece razonable exigir un número mínimo de alumnos a cada establecimiento, pero no limitar arbitrariamente la posibilidad de abrir uno nuevo. Se postula también suprimir la libertad de los padres de aportar al financiamiento de los hijos en los establecimientos particulares subvencionados. Seguramente se postula que ello acabaría con la segregación, pero esa afirmación no se sostiene. ¿Por qué, entonces, conculcar una libertad personal, si el propósito declarado no se logrará? .
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Además, si lo que se quiere es más integración, ¿no habrá otros instrumentos mejor dotados para este objetivo? Es evidente que aquí hay tres propuestas que apuntan en la misma dirección: restringir libertades, en lugar de ampliarlas. Moverse hacia ese equilibrio parece un error. .
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Promover tratos distintos entre la educación estatal y la particular subvencionada y limitar a esta última en su desarrollo no es el camino adecuado para fortalecer la educación pública.
Insistir en una competencia respecto de qué sector avanza más en gratuidad de la educación superior en Chile no parece apropiado. Ello fácilmente puede costar del orden de dos puntos del PIB.
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Si se añadiera ese gasto a la educación, pasaríamos a ser el país de mayor gasto público, como porcentaje del PIB, después de Noruega. ¿Qué espacio habría, siendo realistas, para subir el gasto más allá de esa proporción? Se sacrificaría, entonces, la posibilidad de gastar en otros niveles escolares donde los retornos sociales del gasto público son mucho más elevados. Por supuesto, se podría acotar ese gasto restringiendo el acceso a la educación superior o reservándolo para unas pocas instituciones, pero esos caminos no tienen sostén político o son, como señalábamos anteriormente, francamente discriminatorios.
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Es mucho más justo y menos oneroso postular un crédito contingente que se paga en función de los ingresos futuros -es una proporción razonable de los ingresos por un período fijo de años- que asegura que los egresados de elevadas rentas paguen el dinero prestado y que beca ex post a aquellos cuyas rentas son reducidas.
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Los lineamientos para el financiamiento directo a nuestras instituciones de educación superior que ofrece la oposición son modestos, y tienen que ser mucho mejor pensados. Hay que distinguir con más precisión entre las instituciones. En nuestro país hay sólo unas pocas que son realmente de investigación. Ellas requieren un apoyo más decidido, pero sujeto a un escrutinio mayor. Luego hay otras que tienen investigación o que en esta dimensión son emergentes. Este subgrupo debiera financiarse preferentemente a través de convenios de desempeño, y es difícil dejar a un lado a universidades nuevas que satisfagan estándares razonables de investigación y carrera académica fuera de estos fondos. Finalmente, hay universidades de carácter regional que proveen bienes públicos locales que conviene potenciar para lograr un avance en investigación y desarrollo más equilibrado en el país. Pero insistir en un aumento mecánico de los aportes basales actuales, aunque sean sujetos a convenios de desempeño, constituye finalmente una política de financiamiento institucional pobre.
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DE LÍNEA DIRECTA: MADRE DE ALUMNO DE PLAYA ANCHA RECLAMA POR PÉRDIDA DE CLASES PAGADAS.
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HARALD BEYER ANALIZA LA PROPUESTA EDUCACIONAL DE LA OPOSICIÓN
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Una propuesta desbalanceada
.La oposición ha presentado un documento valioso que permite focalizar el debate presupuestario y abrir espacios para producir un acuerdo. Pero también hay muchas omisiones. Así, en muchos casos se extraña una mayor precisión, como, por ejemplo, en lo que se refiere a fortalecimiento de la educación técnico-profesional o modernización de la institucionalidad preescolar. Es una señal de que es un listado de propuestas insuficientemente pensado y sin prioridades adecuadas.
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Sin embargo, lo que más llama la atención es que queda abierta en demasía la puerta para continuar la discriminación que afecta en la actualidad a estudiantes de igual nivel socioeconómico, pero que asisten a distintas instituciones de educación superior. Postular que las becas y créditos se reservarán inicialmente sólo a un conjunto seleccionado de instituciones a la espera de verificar que las demás cumplan con una serie de exigencias que se acordarán más adelante es discriminatorio.
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Los requisitos deben ser parejos para todas las instituciones y estar asociados a desempeños apropiados que deben ser exigidos sin distinciones. No pueden ser distintos según la naturaleza de las instituciones, porque ello no ayuda a la calidad. Parece razonable que las exigencias sean particularmente elevadas, pero para todas las instituciones, sin distinción.
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La oposición quiere extender ese trato discriminatorio también a la educación escolar, creando aportes basales para la educación pública. Además, quiere limitar la libertad de enseñanza impidiendo lo que denomina "expansión irracional" de nuevos establecimientos particulares subvencionados. Parece razonable exigir un número mínimo de alumnos a cada establecimiento, pero no limitar arbitrariamente la posibilidad de abrir uno nuevo. Se postula también suprimir la libertad de los padres de aportar al financiamiento de los hijos en los establecimientos particulares subvencionados. Seguramente se postula que ello acabaría con la segregación, pero esa afirmación no se sostiene. ¿Por qué, entonces, conculcar una libertad personal, si el propósito declarado no se logrará? .
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Además, si lo que se quiere es más integración, ¿no habrá otros instrumentos mejor dotados para este objetivo? Es evidente que aquí hay tres propuestas que apuntan en la misma dirección: restringir libertades, en lugar de ampliarlas. Moverse hacia ese equilibrio parece un error. .
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Promover tratos distintos entre la educación estatal y la particular subvencionada y limitar a esta última en su desarrollo no es el camino adecuado para fortalecer la educación pública.
Insistir en una competencia respecto de qué sector avanza más en gratuidad de la educación superior en Chile no parece apropiado. Ello fácilmente puede costar del orden de dos puntos del PIB.
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Si se añadiera ese gasto a la educación, pasaríamos a ser el país de mayor gasto público, como porcentaje del PIB, después de Noruega. ¿Qué espacio habría, siendo realistas, para subir el gasto más allá de esa proporción? Se sacrificaría, entonces, la posibilidad de gastar en otros niveles escolares donde los retornos sociales del gasto público son mucho más elevados. Por supuesto, se podría acotar ese gasto restringiendo el acceso a la educación superior o reservándolo para unas pocas instituciones, pero esos caminos no tienen sostén político o son, como señalábamos anteriormente, francamente discriminatorios.
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Es mucho más justo y menos oneroso postular un crédito contingente que se paga en función de los ingresos futuros -es una proporción razonable de los ingresos por un período fijo de años- que asegura que los egresados de elevadas rentas paguen el dinero prestado y que beca ex post a aquellos cuyas rentas son reducidas.
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Los lineamientos para el financiamiento directo a nuestras instituciones de educación superior que ofrece la oposición son modestos, y tienen que ser mucho mejor pensados. Hay que distinguir con más precisión entre las instituciones. En nuestro país hay sólo unas pocas que son realmente de investigación. Ellas requieren un apoyo más decidido, pero sujeto a un escrutinio mayor. Luego hay otras que tienen investigación o que en esta dimensión son emergentes. Este subgrupo debiera financiarse preferentemente a través de convenios de desempeño, y es difícil dejar a un lado a universidades nuevas que satisfagan estándares razonables de investigación y carrera académica fuera de estos fondos. Finalmente, hay universidades de carácter regional que proveen bienes públicos locales que conviene potenciar para lograr un avance en investigación y desarrollo más equilibrado en el país. Pero insistir en un aumento mecánico de los aportes basales actuales, aunque sean sujetos a convenios de desempeño, constituye finalmente una política de financiamiento institucional pobre.
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DE LÍNEA DIRECTA: MADRE DE ALUMNO DE PLAYA ANCHA RECLAMA POR PÉRDIDA DE CLASES PAGADAS.
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El caso de Nelly Hermosilla:
Pagó un semestre en la universidad, y sólo ha tenido tres meses de clases
Rector de la U. de Playa Ancha explicó que se impartieron instrucciones para que a los alumnos se les cobre por el servicio que efectivamente han recibido.
"Soy una madre que con mucho esfuerzo ha procurado cumplir con sus obligaciones económicas; entre ellas, la mensualidad de la universidad. Mi hijo estudia en Playa Ancha de Valparaíso. En el primer semestre de este año tuvieron tres meses de clases, y pagué los seis que correspondían, para que pudiera tomar los ramos del segundo. Debió hacerlo virtualmente, porque las instalaciones del plantel estaban en toma", escribió a Línea Directa la lectora Nelly Hermosilla.
Nos comentó que el 2 de noviembre, supuestamente, se reanudaban las clases del segundo semestre, pero ello no se concretó. "¿Qué puedo hacer en esta situación? Estoy pagando por un servicio que no se ha recibido. ¿Debo demandar a la universidad por incumplimiento de contrato? De ser así, ¿cómo tengo que proceder?", preguntó.
Además de considerar injusta la situación en que se encuentra, "totalmente falta de equidad", añadió que su hijo en los últimos días recibió un correo de dos profesores respecto de cómo cursar dos ramos online. "Aún falta información sobre el modo en que se procederá en los otros tres", dijo.
El rector de la Universidad de Playa Ancha, Patricio Sanhueza, nos explicó que dicho plantel ha dispuesto que, en general, a los estudiantes sólo se les cobre lo que corresponde a los servicios recibidos. "No se pagan mensualidades, sino semestres o años dividiendo en cuotas para facilitar la cancelación de parte de los estudiantes", afirmó.
Asimismo, nos precisó que "en medio del conflicto que viven nuestras universidades hemos adoptado sistemas para cerrar el primer semestre, lo que ya se concretó". De la misma manera, señaló que elaboraron métodos para iniciar el segundo semestre, proceso también realizado con un 90 por ciento de matrículas. "En el caso que se nos menciona, hay reconocimiento del semestre cursado por nuestros alumnos luego de que se siguieran las modalidades académicas adoptadas. Independiente de ellas, la situación que comento tiene un carácter supletorio, dados los problemas que afectan a la universidad", manifestó.
Aclaró, igualmente, que las decisiones académicas de la universidad "garantizan la entrega de todos los contenidos curriculares y completar todo el proceso formativo de nuestros estudiantes, asumiendo el compromiso de velar por la calidad de esa formación, aun en el ambiente de conflicto que describo".
En este momento, y desde hace varios días, indicó que se ha aportado la información indispensable para los estudiantes y sus familias respecto de la actividad académica del segundo semestre, donde se detallan los procedimientos que ya se están aplicando. "Se encuentran implementados los accesos a los servicios de la forma más operativa posible, y en el caso que plantea la señora Hermosilla, más allá de lo dicho, es aconsejable que el alumno tome contacto con el coordinador de su carrera con el fin de que éste le aporte toda la orientación que necesite. Ello, sin perjuicio de lo cual nuestro vicerrector académico se comunicará con la madre del estudiante para atender todas sus dudas", nos aseguró.
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Finalmente, expresó su absoluta comprensión por lo que planteó la lectora y le reiteró "la decisión de cumplir con nuestras responsabilidades y aportarle a su hijo -y a todos los alumnos- la formación académica que han venido a buscar a esta universidad".
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Pagó un semestre en la universidad, y sólo ha tenido tres meses de clases
Rector de la U. de Playa Ancha explicó que se impartieron instrucciones para que a los alumnos se les cobre por el servicio que efectivamente han recibido.
"Soy una madre que con mucho esfuerzo ha procurado cumplir con sus obligaciones económicas; entre ellas, la mensualidad de la universidad. Mi hijo estudia en Playa Ancha de Valparaíso. En el primer semestre de este año tuvieron tres meses de clases, y pagué los seis que correspondían, para que pudiera tomar los ramos del segundo. Debió hacerlo virtualmente, porque las instalaciones del plantel estaban en toma", escribió a Línea Directa la lectora Nelly Hermosilla.
Nos comentó que el 2 de noviembre, supuestamente, se reanudaban las clases del segundo semestre, pero ello no se concretó. "¿Qué puedo hacer en esta situación? Estoy pagando por un servicio que no se ha recibido. ¿Debo demandar a la universidad por incumplimiento de contrato? De ser así, ¿cómo tengo que proceder?", preguntó.
Además de considerar injusta la situación en que se encuentra, "totalmente falta de equidad", añadió que su hijo en los últimos días recibió un correo de dos profesores respecto de cómo cursar dos ramos online. "Aún falta información sobre el modo en que se procederá en los otros tres", dijo.
El rector de la Universidad de Playa Ancha, Patricio Sanhueza, nos explicó que dicho plantel ha dispuesto que, en general, a los estudiantes sólo se les cobre lo que corresponde a los servicios recibidos. "No se pagan mensualidades, sino semestres o años dividiendo en cuotas para facilitar la cancelación de parte de los estudiantes", afirmó.
Asimismo, nos precisó que "en medio del conflicto que viven nuestras universidades hemos adoptado sistemas para cerrar el primer semestre, lo que ya se concretó". De la misma manera, señaló que elaboraron métodos para iniciar el segundo semestre, proceso también realizado con un 90 por ciento de matrículas. "En el caso que se nos menciona, hay reconocimiento del semestre cursado por nuestros alumnos luego de que se siguieran las modalidades académicas adoptadas. Independiente de ellas, la situación que comento tiene un carácter supletorio, dados los problemas que afectan a la universidad", manifestó.
Aclaró, igualmente, que las decisiones académicas de la universidad "garantizan la entrega de todos los contenidos curriculares y completar todo el proceso formativo de nuestros estudiantes, asumiendo el compromiso de velar por la calidad de esa formación, aun en el ambiente de conflicto que describo".
En este momento, y desde hace varios días, indicó que se ha aportado la información indispensable para los estudiantes y sus familias respecto de la actividad académica del segundo semestre, donde se detallan los procedimientos que ya se están aplicando. "Se encuentran implementados los accesos a los servicios de la forma más operativa posible, y en el caso que plantea la señora Hermosilla, más allá de lo dicho, es aconsejable que el alumno tome contacto con el coordinador de su carrera con el fin de que éste le aporte toda la orientación que necesite. Ello, sin perjuicio de lo cual nuestro vicerrector académico se comunicará con la madre del estudiante para atender todas sus dudas", nos aseguró.
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Finalmente, expresó su absoluta comprensión por lo que planteó la lectora y le reiteró "la decisión de cumplir con nuestras responsabilidades y aportarle a su hijo -y a todos los alumnos- la formación académica que han venido a buscar a esta universidad".
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