DE LA SEGUNDA.COM
.Alrededor de un tercio de las carreras (de educación superior) tendrían un arancel de referencia más bajo del que tienen en la actualidad, y los otros dos tercios tendrían a un arancel de referencia superior o equivalente al que tienen en el presente" .
.Con esas palabras el ministro de Educación, Harald Beyer , adelantó esta mañana parte de la propuesta que está elaborando el Gobierno en materia de Aranceles de Referencia (monto que define las ayudas estudiantiles estatales) y que en líneas gruesas dará a conocer el jueves a los líderes de las 25 universidades tradicionales agrupados en el Consejo de Rectores, que sesionará ese día en Puerto Montt.
En esa misma reunión, los rectores deberán entregar al ministro una propuesta para acortar las carreras universitarias, tal como se los pidió hace un mes.
Hoy, Beyer detalló las proyecciones de su cartera en diversos temas educacionales.
En una conversación con el decano de Pregrado de la Universidad Adolfo Ibáñez, Francisco Covarrubias, y ante 500 estudiantes de esa casa de estudios, la autoridad estimó que en septiembre el Gobierno debiera tener definido completamente un nuevo esquema de Aranceles de Referencia, momento en que se enviará la propuesta al Congreso.
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La importancia de ellos radica en que establecen el monto exacto de dinero con el cual se apoyará financieramente a los alumnos.
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Hasta ahora, el diferencial entre ese arancel y el arancel real de la carrera debe ser costeado por el estudiante -lo que provoca aún mayor endeudamiento-, pero la idea del gobierno es que ese diferencial comience a ser financiado por los planteles.
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Beyer señaló que la reforma del sistema (que tomará en cuenta las capacidades laborales y la eficiencia interna de la universidad) será aplicable en el 94% de las carreras que hoy se imparten en el país .
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Y sostuvo que "un tercio de las carreras tendrían un arancel de referencia más bajo del que tienen en la actualidad, y dos tercios tendrían un arancel de referencia superior o equivalente al que tienen en el presente" , reduciendo así la brecha que deberán financiar los planteles.
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Además, planteó que está contemplada una transición al sistema nuevo, sobre todo en las carreras que tienen poco retorno económico. "En el caso de aquellas carreras de alto costo y bajo ingreso, si se produce una diferencia, el Estado la absorberá, porque reconoce que tiene una alta valoración social", dijo.
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El objetivo -admitió- "es generarle a las universidades alguna presión para que cumplan los años que dicen tener sus carreras y mejorarlas si su empleabilidad no es la adecuada".
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