EL QUID DEL ASUNTO EDUCACIONAL

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INTRANSIGENCIA vs. INTRANSIGENCIA

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¿¿ UN DIÁLOGO IMPOSIBLE ??

A MEDIDA QUE HAN  IDO AVANZANDO LAS CONFRONTACIONES ENTRE LAS POSICIONES DEL GOBIERNO Y LA DIRIGENCIA ESTUDIANTIL  SE PUEDE VISLUMBRAR QUE LOS  PUNTOS CRÍTICOS QUE NO PERMITEN ALCANZAR UN ACUERDO PARA FINALIZAR EL CONFLICTO SON :
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1.-  EL LLAMADO " FIN DEL LUCRO EN LA EDUCACIÓN",  y
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2.- LA PETICIÓN DE PARTICIPACIÓN TRIESTAMENTAL EN EL GOBIERNO DE LAS UNIVERSIDADES.
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CONSIDERANDO QUE LA GRAN MAYORÍA DE LAS PETICIONES PRAGMÁTICAS DE CARÁCTER GREMIAL HAN RECIBIDO RESPUESTAS BASTANTE POSITIVAS.

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Así se ha podido escuchar al presidente Piñera señalar que el 40% de los estudiantes de educación superior tendrán gratuidad en sus estudios, favoreciendo a los sectores de más bajos ingresos.

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Así también, se ha afirmado que las tasas de interés de los Créditos con Aval del Estado que favorecen a los sectores medios, veràn reducidos su monto a niveles más razonables que los actuales.

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En el día de hoy se ha dictado la ley, herencia del movimiento "pinguino" que  crea los mecanismos de aseguramiento de la calidad de la educación, dotados de importantes recursos finanacieros y humanos.

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Así también, tanto el Ministro de Educación como otras autoridades gubernamentales han señalado que se aplicará la actual ley que prohibe el lucro en la educación superior y que se ha burlado durante más de veinte años mediante el recurso de las "sociedades espejo" que captan abusivamente los ingresos inflados que provienen de los aranceles universitarios. 

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Se ha prometido también derogar los artículos legales que no permiten o dificultan las organizaciones estudiantiles en las universidades, en especial de  las de carácter empresarial.

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Por lo tanto, lo que se discute es en primer lugar "el Lucro en la Enseñanza Básica y Media y Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales no mencionados en la ley de universidades, lo que desafía completamente un sistema que se ha construido paulatinamente durante casi toda la historia de Chile independiente y que se acentuó groseramente durante los 17 años de  Dictadura y los cuatro gobiernos de la Concertación, comprometiendo transversalmente a todos los sectores políticos del país y a cientos de miles de estudiantes que han optado por estas modalidades de educación privada o de finaciamiento compartido, debido a la destrucción programada y sistemática de la educación pública (municipalizada) .

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El desafío planteado por esta demanda de  carácter ético-social es inmenso, pues con ella  se pretendería desandar un camino que ha generado grandes intereses y grupos de poder  que difícilmente renunciarán a la fuente de sus ingresos. Más aún, si estos grupos se refugiarán en otros valores éticos y sociales, como es el de la libertad de enseñanza y el derecho de los padres para educar a sus hijos de acuerdo a sus principios.

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Sin duda, un cambio de este nivel en estrucuras profundamente arraigadas en la sociedad implica  transformaciones revolucionarias que conllevan enormes sacrificios de todos los actores sociales, y que como preámbulo se visualiza en  la posibilidad de perder el año académico de los estudiantes secundarios  y al menos un semestre de los universitarios paralizados; además de los desajustes académicos y  financieros de las instituciones afectadas por las movilizaciones y de los sufrimientos de los ciudadanos por los daños colaterales de las marchas y protestas masivas.

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Respecto del otro punto en cuestión y en el que difícilmente se podría llegar acuerdo es el del Cogobierno Triestamental de las universidades u otros Centros de Educación Superior, pues las "desafortunadas experiencias" del pasado reciente y las reflexiones posteriores que se construyeron sobre esa base, contribuyeron a que una de las premisas implícitas de los dirigentes de la Concertación fuera no intentar volver a esas prácticas universitarias, dado que lamentablemente politizaron  completamente el quehacer universitario. En consecuencia, los actuales actores políticos del país, difícilmente aprobarán algo más que lo que se aprobó en los nuevos y exclusivos Estatutos de  la Universidad de Chile que le permitieron constituir su Senado Universitario.

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Dado lo anterior, es posible comprender que a estas alturas de la discusión casi solamente se puede escuchar un diálogo sin avances en el que los interlocutores, mutuamente se tratan de "intransigentes" o de "ideologizados" sin poder salir de la coyuntura crítica en que se encuentran sin solución inmediata.

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Enfrentados a esta situación han surgido tres propuestas que podrían complementarse en alguna medida:
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1.- Designación de un mediador.
2.- Plebiscito Nacional, y  
3.- Retorno a las actividades académicas sin deponer las movilizaciones, tal como lo han solicitado los rectores del CRUCH.

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Respecto de la primera, pese a las desconfianzas existentes,  algo se ha avanzado en las recientes conversaciones con el Congreso y la Comisión Bicameral y Transversal que  ha invitado a los estudiantes a una reunión extraordinaria de análisis del problema educacional. 

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En relación a la segunda, siempre es posible iniciar los estudios constitucionales para poder implementar legalmente un plebiscito vinculante, lo que contribuiría a dinamizar y profundizar la discusión política en vísperas de las próximas elecciones parlamentarias y municipales, dado que de acuerdo a las tomas de posiciones actuales es impensable que este referendum se pueda implementar con la actual composición del Parlamento.

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La tercera opción es la de mayor costo para el movimiento estudiantil, y la de menor costo para las universidades, pues la dinámica del proceso educativo después de dos o más meses de paralizaciones entrará en un proceso frenético que impedirá cualquier movilización posterior a la vuelta a la normalidad académica. Sin embargo, si se considera que lo solicitado (exigido) por el movimiento estudiantil es de gran envergadura, es razonable posponer las grandes definiciones para un momento de mayor madurez del problema de fondo, que sin duda no se resolverá con las medidas inmediatas propuestas por el gobierno.

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Ante este dilema, cabe preguntarse que opción tomarán los estudiantes movilizados de las universidades del CRUCH. Al menos en estos últimos días se han escuchado voces de algunos de sus dirigentes que plantean la necesidad de entrar a flexibilizar algunas posiciones.

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C. VILA C.
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