miércoles, 7 de marzo de 2012

NUEVO ANUNCIO DE CLAUSTRO PLENO EN PLENO PROCESO DE ACREDITACIÓN ¿ UN DISTRACTOR ?

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INOPORTUNIDAD E INCONDUCENCIA 
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Cada cierto tiempo, las diversas autoridades de la UTEM han sacado a relucir propuestas de Claustros más o menos amplios  para implementar una reforma de los Estatutos y Reglamentos de la UTEM, originadas bajo el imperio de la antigua LOCE y Ley de Universidades aprobada el último día de la Dictadura.
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Sin duda, estas ordenanzas están muy lejos de una concepción democrática, y mucho menos de una concepción que apunte a la eficencia educativa de las instituciones de educación superior estatal.
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Parte importante del fuerte decaimiento de estas organizaciones en  el último decenio, enfrentadas al crecimiento y reposicionamiento de las Ues. Privadas, puede explicarse por la naturaleza de sus sistemas de gobierno interno.
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Sin embargo,  la sistemática postergación de las iniciativas anteriores que hicieron soñar durante un tiempo a las comunidades y distrajeron su atención de los principales problemas de gestión vigentes en esos momentos, ha llegado al punto que el  problema  ha desbordado completamente el ámbito de los Claustros de cada Universidad en particular; tal como quedó parcialmente  expresado en el movimiento estudiantil del año 2011.
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La experiencia de la U. de Chile, que logró hace unos pocos años modificar sus Estatutos después de cuatro o cinco años de tramitación en el Congreso Nacional de su nueva Ley Orgánica; y, la experiencia de la USACH que pese a haber plebiscitado hace tres años su nuevo Estatuto  y que no ha logrado implementarlo legalmente, debiera hacer pensar que la actual iniciativa rectorial es  inoportuna para una institución que debe finalizar el actual proceso de acreditación mediante el recurso de reposición e iniciar  urgentemente un nuevo proceso dada la exiguidad del plazo existente.
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Por otra parte, el conflicto surgido el año 2011 en la comisión organizadora del Claustro que finalizó con la exclusión de la AFAUTEM de dichas actividades debido a la sustancial diferencia de posiciones existentes en los procedimientos y objetivos, permite suponer que la iniciativa reactivará los conflictos subyacentes en la comunidad con grave deterioro del clima organizacional requerido para el nuevo proceso de acreditación.
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Pero, no sólo es una iniciativa inoportuna, pues como lo señala la experiencia de la USACH, esta es inconducente desde un punto de vista institucional, pues cualquier cambio que proponga la comunidad deberá pasar por un acuerdo amplio  en el Congreso Nacional que difícilmente se podrá abocar a un tratamiento particular para cada una de las 16 Ues. estatales y que concuerde con las actuales aspiraciones de los  dirigentes del movimiento estudiantil.
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A este respecto, probablemente estas reformas pasarán por una nueva Ley de Universidades de la que ya se ha hablado y que fijará criterios y normas de estructura y funcionamiento para todo el sistema universitario; y que deberán ser concordadas por  las  actuales mayorías del espectro político nacional, cuyos condicionantes ideológicos y fácticos son de todos conocidos.
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Otro aspecto, es el referido a un aspecto organizacional  de la convocatoria rectorial que evita pronunciarse respecto de los marcos de participación y representación de los diferentes estamentos de la comunidad, produciendo de entrada un previsible conflicto intrerestamental.
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No menos importante de considerar es que en poco más de un año, Julio de 2013, deberá realizarse la próxima elección de rector,  y cuyas campañas electorales deberán realizarse en medio del proceso de acreditación y de los encuentros finales y generales del Claustro. 
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Finalmente, no puede obviarse que esta convocatoria, no sometida a la consideración del Consejo Superior, a quien le corresponde decidir sobre los aspectos Estatutarios y Reglamentarios  de la universidad, pasa a llevar toscamente sus atribuciones. A este respecto, no debe olvidarse que el último representante del  Gobierno Militar, tomó el cuidado de solicitar  previamente a la Junta Directiva de la época un acuerdo de aprobación de  la Convocatoria y una delegación de sus facultades legislativas al Claustro de Académicos.
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C. VILA C.
EDITOR
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