FINALIZA UN BUEN AÑO 2012 y SE INICIA UN 2013 CON BUENAS PERSPECTIVAS y ALGUNOS NUBARRONES

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A DIFERENCIA DEL AÑO 2011 QUE SE CARACTERIZÓ POR LOS PAROS Y TOMAS ESTUDIANTILES MÁS LARGOS DE LA HISTORIA UNIVERSITARIA RECIENTE Y EL DIFÍCIL PROCESO DE ACREDITACIÓN DE LA UTEM, EL 2012 QUE SE INICIÓ CON LOS PROBLEMAS DE CAPTACIÓN DE MATRÍCULAS NUEVAS,  FINALMENTE SE DESARROLLO SIN GRANDES SOBRESALTOS Y CON CASI PLENA NORMALIDAD ACADÉMICA.

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La crisis que afectó a las Ues. Privadas que desde los años 80s. venían expandiéndose aceleradamente de mano de grandes inversionistas nacionales y extranjeros, los que burlando la ley que prohibe el lucro y bajo la vergonzosa protección del Estado, finalmente desbordó el vaso de la paciencia nacional y exigió correcciones que paulatinamente se han venido intentando poner en práctica.

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Los gravísimos problemas de calidad detectados en algunas de esas mal llamadas universidades y los torcidos procedimientos utilizados por varias de ellas para alcanzar la codiciada acreditación y los generosos aportes estatales vinculados a los estudiantes, producirán una revalorización de las Universidades Tradicionales en general, y de las Estatales en particular, pese a las debilidades de conducción de muchas de ellas, debido en parte al modelo  de implementación política del sector terciario de la educación iniciado el año 1982, y continuado por los gobiernos posteriores casi sin ninguna modificación.

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Desde esta perspectiva, es probable que no sólo mejoren las postulaciones a las Ues. Estatales, tanto en cantidad como en puntajes, sino también en las exigencias de acreditación, pues en la propuesta de nueva ley se contemplan tres años de gracia para aquellas que no alcancen una acreditación que se anuncia bastante más estricta. 

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Sin duda que tres años pasan muy rápido y si no se aprovecha ese periodo de gracia las consecuencias serán desatrozas para todas aquellas instituciones que na hayan sido capaces de entender los problemas de fondo que las aquejan y corregirlos sobre la marcha, atendiendo a la experiencia de algunas de ellas, como es el caso de la U. de Talca, que pese a su carácter estatal y sufrir de las mismas trabas estatutarias y presupuestarias de todas las estatales, han logrado posicionarse en el ámbito universitario nacional e internacional en posiciones favorables.

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Obviamente, no resultará fácil para una comunidad de académicos acostumbrada a hábitos de auto protección corporativa enfrentar los cambios necesarios. Sin embargo, los académicos más jóvenes, y quizás los jóvenes estudiantes, concientes de la gravedad de las probables consecuencias personales e institucionales  de no reaccionar a tiempo y pagar oportunamente los costos de los malos gobiernos universitarios que se han dado repetidamente durante los últimos 22 años.

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Sin embargo, el destino de la UTEM está en manos de  sus académicos, quienes en los próximos días de Enero deberán elelgir o reelegir a sus representantes al Consejo Superior, el que tendrá en sus manos   difíciles decisiones que adoptar frente a los acontecimientos que se derivarán de los graves conflictos educacionales y sociales que dañan a toda la sociedad.

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Y, más grave y trascendente aún, tendrán que elegir o reelegir en Julio a un rector que la gobernará durante los próximos cuatro años.

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