HABIENDO TRANSCURRIDO APROXIMADAMENTE 26 AÑOS DESDE QUE LOS ACADÉMICOS DEL IPS INTENTARON ENCONTRAR UNA FORMULA PARA CONTRIBUIR A LA RECUPERACIÓN DE LA DEMOCRACIA Y CONSTRUIR MECANISMOS DE DEFENSA GREMIAL FRENTE A LOS ATROPELLOS DE LA DICTADURA IMPERANTE , PREOCUPA SU EVENTUAL DESAPARICIÓN EN MEDIO DE UNA GRAVE CRISIS DEL SISTEMA UNIVERSITARIO .
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En general, una vez que "se recuperó" parcialmente la democracia en Chile y algunos grupos dirigentes de la Concertación tomaron el control de las universidades del Estado, la mayoría de las Asociaciones de Académicos surgidas en medio de la lucha por la democracia se auto disolvieron o cayeron en una profunda catalepsia de carácter nostálgico, debido en gran parte a que los académicos que las conformaban estaban doblemente representados. Por una parte, los académicos elegían las autoridades que los gobernarían y, por otra, elegían a los dirigentes gremiales que deberían discutir con los anteriores, lo que en principio ellos mismos habían aceptado y propuesto.
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Sin embargo, la situación jurídica de las universidades estatales elaborada durante el periodo dictatorial y que permite concentrar todo el poder de decisión universitario en el grupo de académicos que toma el control del aparato administrativo y establece un sistema electoral que autoreproduce al grupo de poder indefinidamente, reimpulsó las inquietudes de algunos grupos de académicos "desplazados de las esferas del poder" para intentar reactivar las antiguas Asociaciones de Académicos.
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En consecuencia, estas organizaciones, a diferencia de las anteriores son a lo más una expresión de un cierto malestar de grupos más o menos minoritarios, según la mayor o menor habilidad de los directivos universitarios para repartir diversos beneficios entre los miembros de su comunidad y garantizar la estabilidad de la institución.
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Concretamente, en la UTEM, donde la gran mayoría de los académicos JC ha pasado a pertenecer a la Planta y un alto porcentaje ocupa cargos de jefaturas (55% o más) que en su mayoría son de la exclusiva confianza de la rectoría, no debe extrañar el poco interés manifestado en participar en las asambleas de la Asociación durante el último tiempo, y ahora en asumir tareas y responsabilidades de carácter gremial.
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C. Vila C.
EDITOR
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Sr. Editor, parece contradictorio que lo que la dictadura no pudo detener, Luis Pinto lo silencie sin que nadie lo impida, simplemente porque ya no le es útil.
ResponderEliminarPor el entreguismo de unos pocos y los oportunistas por otro no puede ni debe desaparecer la Asociación de Académicos, menos ahora cuando en Chile las organizaciones sociales estan dando la pauta para el devenir del país. Lástima lo ocurrido, los estudiante s estamos alarmados ante tanta decidia de los académicos
ResponderEliminarPor el Holocausto no sólo son responsables Hitler y el nazismo, sino además los "nobles alemanes" que les dejaron el campo libre para hacer y deshacer a su antojo.
ResponderEliminarEl resultado: una tragedia para toda la Humanidad.
¿Pasará lo mismo en la UTEM?
Con todo lo que está sucediendo ¿En qué parte podemos ubicar la frase "por el orgullo de ser UTEM"?
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