La Semana Política: Explicaciones ministeriales
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DE EL MERCURIO.COM
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Es propio de la democracia el escrutinio público de las autoridades políticas. Pese a los errores y excesos que pueden cometerse -que no eximen de responsabilidad a quienes incurren en ellos-, la revisión crítica de las actuaciones de quienes velan por los asuntos comunes y la reacción de las propias autoridades al juicio de la opinión pública son valores que explican en parte el buen posicionamiento de Chile en los rankings de probidad. (...).
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Si cualquiera de esos elementos se debilita -sea la libertad para enjuiciar
críticamente a las autoridades, sea la capacidad del sistema político para
acoger los aspectos relevantes de la crítica pública-, se degrada la calidad de
la democracia. Lamentables ejemplos en el continente prueban esta
afirmación.
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En general, la gente no se llama a engaño y percibe con rapidez si una
controversia o crítica responde únicamente a la competencia política entre
Gobierno y oposición o, por el contrario, tiene bases razonables. Igual sucede
con la defensa de las autoridades cuestionadas.
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En tal sentido, se equivoca el ministro de Justicia, Teodoro
Ribera, cuando, en medio de la polémica sobre su relación con el ex presidente
de la CNA Eugenio Díaz antes y después de asumir su cargo ministerial, sugiere
que el estándar con que se está midiendo a las autoridades públicas obligaría a
que éstas debiesen provenir de ámbitos que no hayan tenido ninguna relación con
el mundo laboral privado o sean indigentes, como única forma de evitar los
conflictos de interés. Es una imagen extrema que no se ajusta a la realidad.
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Lo que le interesa y le hará sentido a la gente es si en el caso concreto el
ministro discernió bien, transparentó la situación y resolvió adecuadamente un
potencial conflicto de interés. Ése debe ser el foco de su defensa, y eso es lo
que juzgará la opinión pública.
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DE EL MOSTRADOR.COM
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DE EL MOSTRADOR.COM
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Jefe político del gabinete desliza crítica a Ribera y dice que “no fue lo más prudente contratar a Luis Eugenio Díaz”.
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“Nadie puede afirmar que hubo algún hecho ilícito, irregular y menos delictivo”, dijo el titular de Interior, agregando que el cuestionado secretario de Estado actuó “de buena fe” y con “transparencia”. Sin embargo, reconoció que los ministros están sujetos a exigencias de probidad mayores por su condición ante la opinión por lo que no había sido “lo más prudente haber contratado al señor Díaz en Gendarmería”..
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Esta mañana será el cambio de gabinete
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