UN FELIZ FIN DE AÑO Y UN BALANCE COMPLEJO

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FINALIZA UN AÑO PLENO DE COMPLEJIDADES  Y DIFICULTADES

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TODA LA COMUNIDAD ACADÉMICA, DESDE SUS DIFERENTES PERSPECTIVAS HA SIDO TESTIGO DE LAS DIVERSAS DIFICULTADES ENFRENTADAS ESTE AÑO 2011, Y CUYO RESULTADO FINAL HA SIDO UN EPÍLOGO DE DULCE Y AGRAZ OTORGADO POR LA CNA

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Un posible enfoque  para realizar una evaluación de lo acontecido durante este año podría ser  la construcción de un  largo listado de todos los aciertos y todos los errores cometidos por los diferentes actores del sistema UTEM durante el año 2011.

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Otro más complejo, pero quizás más fructífero, sería analizar las causas profundas y  ocultas de los errores cometidos, no sólo  los de  este año, sino de todos los ocurridos durante los últimos veinte años y que han llevado a sumir a la que fuera una promisoria universidad estatal a una postrada institución que se ha jugado con desesperación por su sobrevivencia.

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El primer camino nos conducirá inevitablemente a detectar y describir los errores y determinar los responsables inmediatos, culpando a unos y otros por las fallas cometidas.

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El otro, en cambio, nos conducirá a buscar las causas de todos los  errores cometidos en una  larga, interminable y repetida sucesión de hechos lamentables.

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De acuerdo al primer enfoque, la solución consistiría en cambiar sucesivamente a 'sutano' por 'merengano', pensando ilusamente que gracias a sus inexperiencias, o peor, a sus malas experiencias anteriores, éste  lo haría mejor que su antecesor.

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Siguiendo el segundo camino, lo más probable es que aparezca como posible solución un cambio de las estructuras institucionales, pues cuando estas fallan difícilmente las personas, por mucha buena voluntad que tengan,  pueden hacer funcionar las organizaciones a su cargo.

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Si el problema fuese sólo de personas, resultaría difícil explicar que la gran mayoría de las Ues. estatales, salvo escasas y discutibles excepciones, sufren problemas similares o aún más graves que los de la UTEM.

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Un tercer enfoque de análisis es buscar las causas de las dificultades en la sostenida y repetida recusación de casi todos los rectores que señala como responsable del actual estado de cosas al "Abandono financiero del Estado de sus universidades" y al "Excesivo Control de la Contraloría General de sus complejos  procesos administrativos" lo que les permite  evadir sus responsabilidades.

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Sin duda, un enfoque "holístico", obliga a enfrentar el problema desde las tres perspectivas, pues dependiendo de la experiencia de cada una de la 16 universidades del CUECH, los tres factores  han sido afectadas en diferentes proporciones.

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En el caso de la UTEM, y otras muchas, se ha reiterado en diversas ocasiones, (especialmente en campañas electorales) la necesidad de introducir cambios fundamentales a los "perversos" Estatutos de la UTEM que concentran el 90 o 95 %  del poder de decisión en manos del Rector; lo que a su vez permite  que un pequeño grupo de académicos tomen el control absoluto de la organización  para  ponerla a su servicio, desvirtuando el cumplimiento de su MISIÓN.

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Qué el Estado abandonó 'financieramente'  estos últimos treinta y tantos  años a la Ues.estatales, es un hecho indiscutible y muy difícil de explicar durante los 20 años de los gobiernos de la Concertación.

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Si el propósito de ese abandono era obligar a la Ues. estatales a superar sus viejos defectos de gestión  obligándolas a competir con las Ues. Privadas, tendríamos una buena justificación para un propósito fallido; pues lo único que se logró fue arrastralas al desprestigio, al retraso y al empobrecimiento.

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Lamentablemente, durante el movimiento estudiantil que se puso inicialmente en marcha en  alianza con el CUECH,  se distorsionó en parte importante el análisis de fondo de  algunos de los problemas universitarios, como son los análisis de los elevados costos de estos estudios, los problemas vinculados a la calidad y a los aspectos estructurales, centrándose  en cambio, casi exclusivamente en la asignación de nuevos recursos para las universidades del  CUECH.

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Sin embargo, las nuevas directivas electas de las Federaciones Estudiantiles, posiblemente concientes de esta distorsión, están replanteando nuevamente los objetivos del Movimiento Estudiantil en la búsqueda de soluciones de fondo.  
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En todo caso, el próximo año no será fácil, pese al cansancio del estudiantado universitario, pues los cambios estructurales deseados por los dirigentes estudiantiles diferirán mucho de los que planteará el nuevo Ministro de Educación.

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