¿¿ ESTÁ PREPARADA LA UTEM PARA ENTRAR AL CAMPO DE BATALLA UNIVERSITARIO ??

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DURANTE LOS ÚLTIMOS TREINTA AÑOS, DESDE QUE EL RÉGIMEN MILITAR DECIDIÓ INTERVENIR EL MUNDO EDUCACIONAL,  MUNICIPALIZANDO LA EDUCACIÓN BÁSICA Y MEDIA Y  MERCANTILIZANDO LA EDUCACIÓN SUPERIOR, SE HA  GESTADO UN INMENSO CONFLICTO SOCIAL Y CULTURAL, QUE GRACIAS A LA HABILIDAD POLÍTICA DE LA CONCERTACIÓN SE  SOSLAYÓ  DURANTE   20 AÑOS,  ACUMULANDO  UNA  ENORME ENERGÍA A PUNTO DE EXPLOTAR.

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Durante este período, las nuevas universidades de carácter  comercial  crecieron  aceleradamente en capacidad y cobertura, atendiendo en sus orígenes a los estudiantes de las capas medias de menor éxito relativo en las pruebas de selección, mientras  las universidades públicas o privadas tradicionales se vieron obligadas a comercializar su quehacer, recurriendo a mecanismos más o menos decentes, según fuese la mayor o menor raigambre  de sus tradiciones republicanas.

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Hoy cerca de un millón de estudiantes estudian en la Educación Superior que expresa y contiene todo el fruto de una sociedad organizada sobre el Principio de la Inequidad cuasi absoluta.

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Desde las Universidades Cota Mil, en la que estudian los hijos de los segmentos  ABC1, sobreprotegidos por una parte y entrenados hábilmente con las mejores armas  para participar en una sociedad altamente competitiva, pese a no haber obtenido los mejores puntajes en las pruebas que se diseñaron para que pudieran triunfar sobre los hijos de familias de orígenes más modestos.

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Siguiendo, en segundo lugar   las mejores  Universidades Tradicionales, preocupadas por mantener su hegemonía y competir en salarios docentes y nivel académico con las anteriores,  captando  los mejores puntajes PSU, casi impedidas de crecer o ampliar su localización.

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Continuando en tercer lugar,  con las Ues. regionales y otras de carácter público (UTEM),  que captan a los mejores alumnos provenientes de  los niveles C2, C3 y D, provenientes de Liceos Municipales o particulares subvencionados.  Y, finalizando con las Ues. o IPs. comerciales de Tercera Categoría que mediante triquiñuelas se acreditan en un sistema  especialmente elaborado para ellas,   se replican las enormes diferencias prefabricadas en la E. Básica y Media, salvo las raras excepciones propias de la especie humana. 

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Cualquiera que hubiera sido la intención de los que montaron este sistema, o los que lo protegieron durante los 20 años de la Concertación, ya sea para combatir la desocupación juvenil o,  en el peor de los casos para hacer negocios protegidos y con poco capital inicial, las consecuencias nefastas de entregar a las fuerzas ciegas del mercado el destino de la juventud, tarde o temprano se harían sentir.

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Decenas de miles de egresados de carreras de difícil justificación ocupacional pululan y transitan en ocupaciones que poco o nada tiene  que ver con lo que estudiaron. Mucha mayor es la cantidad de quienes soñaron con ingresar por primera vez en su historia familiar a una universidad y que no pudieron terminar por razones socioeconómicas o familiares.

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Tanto, los primeros como los segundos, cargan con una enorme frustración y deudas con el sistema de créditos otorgados, que les mancha su Dicom de por vida. 

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Un tercer grupo de descontento, lo constituyen los que pese a haber estudiado y egresados de carreras con buena  empleabilidad, están condenados a ocupar posiciones secundarias,  dado que su extracción sociocultural no les permite ingresar a las mejores posiciones debido a las múltiples formas de discriminación social existentes y al poco o mal entrenamiento recibido en las Ues. Tradicionales  para participar e integrarse a un mundo altamente competitivo.  

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Con la  llegada del actual gobierno de Centro Derecha se ha acelerado la aparición de la crisis encubada durante los últimos treinta años, debido a la pérdida del rol amortiguador de los estudiantes concertacionistas, que hoy,  por el contrario contribuyen a la crítica del modelo universitario estatuido durante el régimen militar y que nunca fue aceptado de verdad desde un punto de vista conceptual.   

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Lamentablemente, esta crisis, inevitable, encuentra a la UTEM en una de las posiciones más débiles de todo el sistema.

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Por su carácter de tercera o cuarta U. Pública de la Región Metropolitana, carece del apoyo de un cierto regionalismo que protege a otras que están más integradas a esa comunidades. Así también, por su carácter Metropolitano está más expuesta a la mirada de los Medios y a la pugna con los empresarios de la educación que desean copar el mercado 'cuasi  cautivo' que capta  la UTEM.

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Así también, el peso de los 'errores' de la anterior rectoría, que escandalizó al país con los cerca de 9.000 alumnos que pasaron por criminalística, y que en un determinado momento alcanzaron a los 6.000 en las diferentes sedes, aun está presentes en el ambiente nacional.

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Finalmente, el daño que sufrió el tejido social  interno, como consecuencia de las pugnas de los académicos, ha hecho más dificil iniciar el proceso de reconstrucción institucional, al punto de tener un equipo de rectoría casi completamente aíslado en Casa Central y sin poder ejercer un sano liderazgo; mientras que un grupo de Dirigentes Estudiantiles han tomado la conducción de la UTEM, actuando  de acuerdo a sus criterios y conveniencias históricas.

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Dado lo anterior, cabe preguntar  nuevamente, si está preparada la UTEM para entrar al Campo de Batalla Nacional Por la Educación Pública en el ámbito universitario. 

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Talvez, no haya una respuesta suficientemente bien fundamentada a esa interrogante, pues ello dependerá del resultado final de esta lucha que está comenzando  en estos días  y que mañana tendrá una primera  gran batalla, y cuyo desenlace global  no es fácil preveer. 

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C. Vila C.

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