CONSEJERO SUPERIOR HUGO GONZÁLEZ ALARCÓN ANALIZA PROGRAMA DE TVN

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 DESDE  NUESTRO CORREO
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Santiago, mayo 25 de 2011

A LA COMUNIDAD UTEM
P   R   E   S   E   N   T   E

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En relación al Programa “Esto no tiene nombre”, transmitido el día de ayer por TVN,  Hago presente ante la comunidad universitaria mi preocupación y malestar, tanto por los dichos vertidos, como por el hecho que sea otra institución del estado, la que se encargue de lapidar, y vilipendiar, el trabajo serio y probo que realizamos la mayoría de los funcionarios de esta casa de estudios, poniendo en situación de jaque, los esfuerzos y el futuro de miles de personas, con un reportaje basado sólo en los dichos de un  número nimio “de denunciantes”,  que a lo más podrían configurar una situación específica en una carrera en particular y no en la institución en general; lo que a mi parecer, pone en tela de juicio los principios básicos del periodismo en cuanto a objetivizar la información y contrastar la validez de los hechos, de manera que éstos se comuniquen de manera objetiva y transparente, y teniendo presente además que muchos de los juicios vertidos y problemas enunciados, no corresponden a lo que actualmente es la UTEM.

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Lo anterior se sustenta en las siguientes aspectos:
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1.- El testimonio de Alvaro Torrealba López, ex decano de la Facultad de Ciencias de la Construcción y Ordenamiento Territorial , quien ocupa este alto cargo en un período en el que la Universidad entra en su peor momento, sin que éste hiciera absolutamente nada por impedir la debacle institucional, por el contrario, contribuyó a ésta.

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Se afirma que él habría renunciado a la universidad, hecho absolutamente falso, ya que presentó una solicitud de permiso arguyendo situaciones de salud, para ejercer un cargo en la Universidad Central donde se encuentra en la actualidad.

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Hace toda un discurso valórico, respecto de las consecuencias de lo que denomina falsificación de notas y ausencia de los requisitos académicos de  una alumna para obtener el título. Si él fue la máxima autoridad académica hasta fines del año 2009. ¿No tiene alguna responsabilidad en los hechos que el mismo denuncia como víctima?. ¿Podrá un subalterno pasar por encima de la máxima autoridad de una facultad?.

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Si ese problema existió, fue en su carrera. Ésta no es una práctica institucional. El proceso de evaluación y el cumplimiento de los requisitos académicos, es una condición sine qua non  en la Universidad, por lo tanto el Sr. Torrealba, no puede ensuciar ni los méritos académicos de todos los alumnos de la Universidad que pertenecen a otras carreras, cuyas notas se ajustan a los principios técnicos y éticos de un proceso de evaluación serio, así como tampoco al proceder de los académicos de la universidad.

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2.- El Testimonio de Don Antonio Castro ¿Quién es este señor?, ¿Alguna vez tuvo el carácter de funcionario?. Es evidente que si se identificó como coordinador de la carrera de Pedagogía, ésta nunca fue administrada por las instancias regulares de la Universidad. Por lo tanto, cualquier irregularidad en ésta, es sólo de su propia responsabilidad, que ahora trata de endosarnos a todos los académicos de la UTEM.

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3.- Los dichos  vertidos por el Consejero Superior Aedil Suárez, en realidad no admiten mayores comentarios, salvo que están temporalmente desfasados, ya que éstos debió realizarlos con varios años de antelación.

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Frente a estos testimonios, sólo puedo pensar en el fundamento de la Corte de Apelaciones, frente a la presentación de Miguel Avendaño tratando de revertir su destitución “…los que en cuanto tales formadores, están impelidos a testimoniar a los educandos una proactividad ética -como el descarte de conflictos de intereses- y no solo a transpasarles conocimientos de pura ciencia o técnica”

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4.- En cuanto a los testimonios de alumnos. ¿Pueden dos alumnos expresar la juicios valóricos tan severos,  por encima de lo que piensan miles de estudiantes de nuestra universidad?.

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Considero que es absolutamente inconcebible que sólo dos alumnos sean dueños de la verdad y que los más de siete mil restantes estén equivocados; o acaso ¿Estos señores son los únicos inteligentes?. Más aún si se dice que uno de ellos, el Sr, Tomás Torres, estaría emparentado por afinidad con el Sr. Torrealba, hecho que no me consta, pero si es un hecho, que ha sido un importante eje en la campaña contra la actual decana de su Facultad, quien le ganó limpia y democráticamente al Sr. Torrealba en la última elección de Decano de esa Facultad.

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Respaldo absolutamente el accionar reciente de nuestros estudiantes en las medidas tomadas, pues han mostrado un espíritu institucional sin condiciones, todo esto en un marco de respeto y comportamiento académico.

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5.- Por otra parte, para mi resulta absolutamente natural que el Señor Ministro no matricule a sus hijos en esta Universidad, de la misma forma que no los pondría en un colegio municipalizado, por muy etiquetado de excelencia que éste esté. Lo que si me preocupa es que algunos juicios valóricos emitidos me parecieron absolutamente improvisados. Por que si de eficiencia se trata, nadie puede poner en tela de juicio la eficiencia de esta Universidad, ya que:

1. El valor agregado que le proporciona la UTEM a nuestros estudiantes a través del proceso formativo, es mucho más. significativo que el que otorgan otras grandes casas de estudio. En efecto, nuestros estudiantes no provienen de establecimientos educacionales de élite, la mayoría son alumnos provenientes de establecimientos municipalizados, particulares subvencionados o técnicos profesionales, y por lo tanto, traen todas las deficiencias que les puede “aportar” el sistema, sin embargo, los entregamos en condiciones de poder competir abiertamente en el mercado laboral, con el sólido respaldo del conocimiento y competencias necesarios para ello.
2. Esta universidad funciona con los exiguos aportes económicos que realiza su dueño, el estado, y pese a ello, se ha logrado sobrellevar la difícil carga que significa el proceso formativo, especialmente en aquellas carreras que requieren de una dotación de equipamiento e insumos, agregado a esto, la situación heredada que lentamrente se ha ido revirtiendo, y todo esto, considerando además las trabas propias del sisatema público tanto para la entrega de los recursos, como para su inversión; obstáculos que no tienen las entidades de carácter público como tampoco las privadas, donde sus dueños pueden decidir libremente que hacer con sus recursos.
   

Tampoco se puede dejar de lado la responsabilidad política, que le cabe al estado y algunos representantes en el marcado deterioro institucional que nos afecta,    .

Por lo tanto, el Ministro, como representante del dueño de la Institución, debería velar por que su institución que cumple un rol social tremendamente importante y que además constituye la fuente de vida para más de un millar de personas y sus respectivos grupos familiares, reciba los aportes,  que son necesarios para mejorar su eficiencia, ya que ésta no es simplemente el resultado de un deseo, sino de una adecuada política de  inversión, desarrollo y control.  ,  

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6.- Cabe hacer notar que en la mañana de ayer (Martes), los funcionarios de la sede Providencia, se encontraron con camarógrafos de este programa en el frontis de la sede, invitándolos a entrar y entrevistar a los estudiantes, lo que no fue aceptado por éstos retirándose del lugar.

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Esto a mi juicio, evidencia una intencionalidad que dista de mostrar nuestra realidad desde todas sus aristas, ya que esta sede no se ajusta a sus argumentos. Aquí se vive otra cultura, que se asocia a personas con otra formación, donde hasta los baños están siempre limpios y funcionando. En este sentido ¿Por qué no buscan la verdadera explicación para el deplorable estado de la sede 390, siendo que este edificio es más nuevo que el de Providencia?. ¿Será la Universidad quien debe implementar el sistema de inspectores de patio para que los usuarios de ese edificio se comporten a la altura de un estudiante universitario?.

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Por lo tanto, vale la pena preguntarse:

• ¿Por qué los periodistas no investigaron los posibles vínculos entre Álvaro Torrealba y Tomás Torres?
• ¿Por qué no buscaron información respecto del verdadero conflicto entre Álvaro Torrealba y otros miembros de su Departamento?
• ¿Por qué no aceptaron ingresar abierta y libremente a la sede Providencia, sino que prefirieron utilizar el recurso de una cámara oculta?
• ¿Por qué no recurrieron a otros funcionarios y estudiantes, si tenían un gran universo para elegir?
• ¿Por qué la única entrevista tendiente a desmentir las acusaciones, se realiza sólo horas antes de emitir el programa, impidiendo así la presentación de elementos de juicio en contrario?
• ¿Por qué el Sr. Ministro hace compromisos que ponen en duda su actuar como representante del Estado?.
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Para mí resultó penoso ver, como un medio de comunicación que debe cumplir el rol de transparentar la fe pública, cae en el juego del escándalo mediático, sólo para satisfacer requerimientos comerciales, dejando absolutamente de lado su rol de comunicador social; de la misma manera, como profesionales que en algún momento consideraba garantía de profesionalismo comunicacional e informativo, caen en el farandulismo y desprecio por la profesión que ejercen, tomando el rol de juez y parte en una situación que ni siquiera es investigada a cabalidad.

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También me resulta inaceptable el cuestionamiento a nuestra acreditación, todos podemos darnos cuenta que las situaciones de descrédito institucional, se han ido mejorando, no con la rapidez que todos quisiéramos, pero es un hecho que nuestra situación financiera ha cambiado, que los procesos de gestión también van por esa vía, y prueba de ello es la reciente formalización de los procedimientos administrativos, con sus respectivas fichas de dueños de procesos y tableros de control, para las direcciones de la VRAF. En el ámbito de la docencia se ha formalizado el modelo educativo institucional, así como también un sólido avance en la formulación del plan estratégico.

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En todo caso, creo pertinente hacer presente a la comunidad, que el H. Consejo Superior del cual formo parte, tiene como norte para la mayoría de sus miembros, velar por que la universidad mejore sus falencias, para lo cual hemos sido casi intransigentes con las exigencias respecto del quehacer de las distintas unidades de gestión y control, especialmente con aquellas que dicen directa relación con nuestra reacreditación.

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Con un afectuoso saludo

Hugo González Alarcón

Representante Académico

H. Consejo Superior

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